Bilboloop’23: cara y cruz – Sala Azkena | Bilbao
La primera jornada del festival Bilboloop’23 estuvo protagonizada por propuestas electrónicas singulares
En esta nueva edición de Bilboloop, el festival musical, repartido en dos jornadas, apostó por la electrónica como hilo conductor del viernes 6 de octubre. Dos nombres, los de Llúcia Pla y Jessica Winter, que con unos mimbres similares obtuvieron resultados diferentes. Nunca se ha establecido cuál de las dos caras de una moneda es la buena y cuál es la mala, de hecho no hay cara buena ni mala, simplemente son lados apuestos, casi lo mismo que pudimos ver el viernes en Bilboloop’23.
Llúcia Pla
La primera de ellas afrontó el segundo concierto de su recién inaugurada carrera musical en solitario. Con un ordenador, un bajo y un clarinete ( o derivado ) se presentó en el escenario a interpretar unos sonidos casi ambientales sobre los que apoyaba sus escuetas líneas vocales. Lo mismo pasaba con el bajo y su sección de viento, tímidas aportaciones a unas bases tenue. En esa línea de austeridad y deconstrucción electrónica, se atrevió con una versión de los locales Vulk ( presentes varios de ellos en primera fila). «ÈSSER» su único tema publicado hasta la fecha, sonó algo desdibujado, y al igual que el resto de interpretaciones, las bases que salían desde el ordenador apenas mostraban matices destacables.
Jessica Winter
Con una escena aún más minimalista, despoblada y desangelada, y con buena parte del escaso público desprevenido en tareas de socialización tanto dentro como fuera del local, Jessica Winter comenzó su noche con un look «total black» que anduvo parejo a su inicio. Electrónica más intimista, desnuda de bases contundentes, donde su voz era más protagonista. Ya en el tercer tema, la artista se fue despojando de capas, tanto físicas como personales conectando con el público de manera casi inmediata. Moviéndose entre la electrónica menos accesible de los Chemical Brothers, la teatralidad de Róisín Murphy y el descaro de Katy Perry, la británica llenó el escenario con sobrada actitud. «Clutter», «Funk This Up» y «Like A Knife» convirtieron la sala de conciertos en un club de baile londinense. «Sad Music» sacó su lado mas diva y en el tramo final, ya sin capas de las que despojarse, «All I Need» inundó de techno berlinés la sala y el público, invitado por la propia artista, se adueñó del escenario. Remató con «Choreograph».
No sabemos que le deparará el futuro a Llúcia Pla, pero la próxima vez que tiren una moneda al aire y nos den a elegir, elegiremos Jessica Winter.
texto y fotos: Dave Blanco