Más Músicas 2020: Un estilo demasiado marcado – Bilborock | Bilbao
El ciclo Más Músicas llegó el pasado viernes a Bilbao con las actuaciones de Valeria Castro, Ainoa Buitrago y Andrea Santiago
Tiempos de COVID, tiempos de pandemia, tiempos de restricciones… No sabemos si fue eso, el dichoso Black Friday o, que como algunos agentes avisan, el público no tiene tanta alegría por ir a conciertos con los formatos actuales. Lo que sí pudimos comprobar fue la poquísima entrada que hubo en Bilborock, apenas 5 filas de público. Una auténtica pena cuando lo que hoy más se necesita es el apoyo de la masa social hacia la cultura, y en particular hacia las artistas, ya que Más Músicas trata de eso.
También es cierto que el cartel de este año jugaba un poco en contra. Un estilo muy marcado y falta de referentes locales, hicieron que las entradas no se vendiesen con facilidad. Y de ahí a una sala un poco desangelada. Esperamos que la posibilidad de disfrutar del concierto por streaming hiciese más «viable» el show…
Valeria Castro: canaria por bulerías
Pocos minutos pasaban de las 18:30 cuando presentaron esta tercera edición de Más Músicas, que abriría la canaria Valeria Castro en formato dúo junto a Alberto Torres. Sentados y apoyados por guitarras acústicas y violín (a veces también usado como guitarra) el proyecto de Valeria desgranó en 7 cortes versiones y temas propios.
Arrancó con «Agua» de Jarabe De Palo, donde la delicadeza a la voz de ella y las bases y violines de su acompañante ofrecieron una buena versión. Ya desde este primer momento destacaron los tintes flamencos de la canaria afincada en Madrid. En «Algo Contigo», segunda versión de la tarde, destacaron los cambios de tono a la voz.
A partir de aquí, tiempo para temas propios, como el todavía no publicado «La Corriente», una especie de «quita-penas» con el mismo guion: acústica y violín. Después, la canaria quiso dejar claro que los verdaderos temas eran aquellos que salían de cada artista y dejó palpable su sentimiento dedicando los siguientes temas a las mujeres de su alrededor y a esa familia que por distancia no puede cuidar. Precisamente «Cuídate» dejó de manifiesto la influencia que el flamenco ha tenido en ella: tonos mucho más altos que los anteriores y palmas que acompasaban los punteos de guitarra.
Se despidió con «Ay, Amor», un canto a la inmigración, y una versión más que destacable de «Amelie» de los extintos Pereza.
Su fin: cantar junto a Ainoa
La segunda en salir a escena fue Ainoa Buitrago. Con sólo una acústica y, esta vez, de pie, Ainoa se presentaba por primera vez en Bilbao. En otros 7 cortes y 30 minutos de duración disparó temas más animados y consiguió conectar con los pocos que allí nos encontrábamos.
Ella misma reconoció que su objetivo en los conciertos es que el público acabe cantando con ella. Hoy en día, eso parece un poco más difícil de conseguir (mascarillas y sillas de por medio), aunque Ainoa no cesó en el intento hasta conseguirlo. También confesó que la pasada edición de Más Músicas, ella asistió como público y que soñó con estar encima del escenario. Tres pájaros de un tiro.
Se inició con «Azoteas» y unos «dispárame» que dejaron claro el estilo cantautora-pop de la madrileña. En «Cuentas Pendientes» invitó al escenario a Paula Matheus y con esas mismas ganas pidieron ayuda al público. Mucho pop surgido en cuarentena. En «Dinamarca», su primer tema autoproducido, los cambios de tonos dinamizaron una actuación que empezaba a ser repetitiva, quizá por falta de más recursos sonoros. Precisamente, echamos de menos mayor producción sonora en «Sácame De Aquí». En las dos últimas volvió a necesitar de público para coros.
De menos a más
La última en subir al escenario fue Andrea Santiago junto a una banda compuesta por batería, doble guitarra (que jugaba con teclados) y bajo. Un cambio radical en cuanto a producción musical, pero que no entró con muy buen pie. Momentos antes de comenzar su actuación, personas de la organización nos admitían de los problemas que Andrea tenía a la voz y ella misma lo confirmó tras la primera canción.
Quizás por eso, los primeros temas de la banda sonaron desacompasados y la voz de Andrea, que debía ser la que destacase, quedaba muy por dejado del maremagnum de sonidos. Los efectos que quería mostrar con un segundo micro, prácticamente no se percibieron hasta los temas finales.
La cosa no auguraba una buena actuación, pero la cosa cambió. Tras quitarse le miedo inicial a quedarse afónica, Andrea pudo demostrar calidad vocal y, sobre todo, una mejor armonía entre todos los sonidos. En este segunda parte destacaron sobremanera los diferentes matices que salían del puesto de batería y de la guitarra principal. «Pulmon» marcó ese cambio de tendencia, con un inicio íntimo bien acompañado de la banda y «Tundra» donde Andrea se desplegó completamente del miedo.
En «La Reina De Las Nieves» entraron loops no escuchados en toda la tarde y consiguieron animar algo más al público que pudo disfrutar de lo mejor de la tarde-noche con el dúo (sin intermedio) «Quédate A Dormir» y «Hoy No Puedo Dormir». Inicio instrumental y profundo que se traslado a un intimismo, con Andrea llevando una armonía vocal destacada y un final que dejó un buen sabor de boca.
Dinamizar un ciclo muy marcado
La iniciativa Más Músicas es una de esas propuestas que siempre merecen la pena seguir, ya que descubren talentos y los llevan a esas salas con verdad. Sin embargo, echamos de menos algún mayor cambio de estilo y referentes que inciten al público a asistir y, en definitiva, apoyar estos proyectos.
¡Esperamos a esos próximo talentos femeninos en 2021!
Fotos: Dave Blanco