Bilbao capital de Berlín – Hamlet – Kafe Antzokia | Bilbao
Bilbao capital de Berlín
El viaje gélido y helado que nos propusieron los madrileños Hamlet con la gira de su reciente disco “Berlín” fue de todo menos frío. Primero por las condiciones meteorológicas casi veraniegas que azotan estos días la capital bizkaína y alrededores, y segundo porque sus conciertos no se caracterizan precisamente por aburridos y estáticos. La gran lona de fondo que acompañaba a la banda en el directo (un bosque nevado) sería lo más parecido a un oasis en medio del desierto.
La configuración austera del escenario, apenas la batería, y los sets de pedales de guitarras y bajo, era lo único que aguardaba en él, ah! y un cajón central a modo de plataforma saltarina para Molly. El resto era un vacío absoluto para uso y disfrute de la banda. La carta de presentación, “Persiste, Insiste, Repite” , con un Molly ya desatado desde el comienzo. Se notaba que Hamlet tenían ganas de volver a pisar el Antzoki, y Molly se lo recorrió enterito. No quedó metro cuadrado de suelo que no pisara, ni alto al que no se subiera (piso superior y su antepecho incluidos).
Hamlet venían a presentar su nuevo disco y eso es lo que hicieron durante la primera parte del concierto. La mayoría de los temas, como “Tu Destino”, “Eclipse” o “Salvajes” pertenecían a este último disco, y entre medias intercalaban alguna vieja gloria como “Denuncio A Dios”. Inicialmente costó distinguir las guitarras de Luis y Ken HC por su escaso volumen, pero pronto todo en la mesa de sonido se configuró, y ambos atronaron la sala con sus hirientes riffs.
Inagotables Hamlet
Nos sorprendió lo bien que entraron las nuevas canciones entre el público, que ya cantaba buena parte de ellas como si de clásicas se tratasen. Pero es con temas como “Mi Religión” o “Limítate” con las que el Antzoki más enloqueció. En medio la “balada” del nuevo disco sosegó el ambiente que buena falta hacía para dar un poco de aire y respiro a la banda. La destreza vocal de Molly en “Héroe”, pasando por varios registros no sufrió de pega alguna, a pesar de no parar de moverse, correr y saltar durante las casi dos horas de actuación. Luis Tárraga también se animó y a partir de “Limítate” empezó su recital de saltos.
A penas un par de fallos técnicos internos con el micro de Molly que pareció entrar tarde a cantar “Antes y Después”, nada grave. Antes del bis, ya todo entre el público estaba en modo caos y los pogos eran cada vez más “intensos” en las primeras filas. “Tu Medicina” y la coreada “Irracional” dieron punto y final al groso del setlist, que iba dejando atrás “Berlín” para transformarse en un “greatest hits” conforme pasaba el tiempo.
Asalto al trono de hielo
A la vuelta, Molly ataviado con capucha, vagaba por ese bosque nevado en monocolor como en un cuento siniestro de Caperucita para arrancar con “Imaginé”, otro respiro en la noche. Los cinco integrantes ya estaban calientes , y conscientes de lo que quedaba no se dejaron nada. No podía faltar uno de sus himnos “J.F”, canción que ralentizaron hasta convertirla en Sludge-Doom en la mitad, con toda la banda tocando lo más cercana al suelo del escenario del Antzoki (alguno incluso tumbado). Tras “Habitación 106” Luis se encargó de abrir las aguas como Moisés y un “Wall Of Death” se formó en mitad de la sala que eclosionó con “Egoísmo” y Molly, Luis, Ken Hc y Álvaro dando botes sin parar.
Con el final, hubo una medio invasión de escenario de los fans que querían saludar a la banda. A medida que se iba vaciando la sala pudimos ver lo que son las consecuencias del bolo, con prácticamente todo el suelo lleno de cristales de vasos y botellas rotos durante el éxtasis que provocaron los madrileños, y que aparentaban ese suelo helado que Hamlet nos trajo desde su Berlín.
Texto y fotos: Dave Blanco