Brant Bjork

Brant Bjork (11/10/2017)

bbroj_11102017_antzoki

Mientras algunos, seguramente, emprendían sus respectivos viajes hacía a saber qué parte del mundo, por culpa del puente festivo que comenzaba el miércoles, nosotros nos quedamos en la villa para emprender nuestro viaje  particular al condado de Riverside, en California, para adentrarnos en las tierras secas de Sky Valley con un compañero de viaje inmejorable, el señor Brant Björk.

Y es que el norte-americano llegaba a Bilbao dispuesto a trasladarnos a esos paisajes con sus canciones a propósito del disco que venía a presentar «Europe ’16», disco en directo que abarca toda su discografía en su paso por Berlín el pasado año.

Nada más entrar a la sala llamaba la atención el gran telón que colgaba en el fondo del escenario con la misma imagen que la de la portada de dicho disco. Una gran hoja de Marihuana dentro de un círculo y el nombre de Brant Bjork sobre ella.

Salieron puntuales, no había teloneros, y agarraron sus respectivos instrumentos, Brant con una guitarra de “flecha” y previa afinación empezó a sonar «Stack». Comienzo suave para engrasar toda la maquinaria. El sonido era bueno y la sala estaba casi llena por lo que la noche tenía todos los ingredientes para iniciar el viaje desértico.

Con «Controllers Destroyed» hizo despertar al publico que arrancó como el propio Brant, algo frío. Y es que no sería hasta bien entrados un par de temas más, cuando banda y público conectarían de manera más directa para no volverse a soltar hasta el final.

Antes de «Humble Pie Brant», agradeció a los asistentes su presencia y comentó lo agradecido que estaba por volver a Bilbao. Bubba DuPree, la otra guitarra que acompañaba a Brant, ponía los riffs y llevaba el peso de la mayoría de las canciones. Sin muchos movimientos ni gestos hacia el público, concentrado en su hacer, estuvo correcto en todo momento.

Turno ahora para los comienzos en solitario del californiano, su disco «Jalamanta» fue bastante aplaudido en su momento y con «Too Many Chiefs… Not  Enough Indians» la gente se vino arriba. Sin duda los temas más clásicos fueron los que mejor acogida tuvieron y en los que se veía disfrutar más a quien allí se congregó. Puede que debido a este feedback con el público, el bueno de Brant llegara tarde al micro en ciertos momentos por culpa de lo mucho que se le veía disfrutar con su guitarra sobre el escenario, y que siempre se apartaba del pie de micro cuando no tenía que cantar.

El toque íntimo lo puso Bjork cantando él solo con su guitarra la entrada de «The Gree Heen», tras el cual toda la banda entró de golpe junto con las luces, lo cual provocó uno de los momentos de la noche.

Hubo tiempo para otros proyectos del californiano, como con su otra banda The Low Desert Punk Band, y su tema «Stokely up Now», un poderoso tema mucho más ácido, que tuvo varias partes. Una primera como decimos más ácida y acelerada y otra más pausada tras la cual Brant volvió a cantar para terminarla en alto.

Special guest Sean Wheeler

brantbjork_11102017_antzoki

Llegado a este punto del show, muchos nos preguntábamos por esa coletilla que anunciaba el cartel como “special guest Sean Wheeler” ya que no había aparecido hasta ahora y no parecía haber hueco reservado para él en el escenario. Pero es aquí cuando el bueno de Brant le presentó y apareció Sean y con él su show particular, y es que Wheeler es todo un showman y todo un torbellino sobre el escenario. Cantaron dos temas, «Dave’s War» y «Biker Nº2». Ambas voces cantaban partes conjuntamente empastando muy bien ambas voces. Sean iba a lo suyo, deslizándose por el escenario como si de una pista de hielo se tratase, bajando a darse un paseo entre el público o aullando de rodillas y animando a los asistentes a seguirle. Sin duda fue quien puso el punto de locura y espectáculo al concierto. Durante la segunda parte de «Biker Nº2», Wheeler abandonó el escenario y se volvieron a quedar Brant y sus tres secuaces.

De nuevo el éxtasis y la emoción llegaron con los dos temas que abren el disco «Jalamanta» de 1999. Tras reconocer  los primeros acordes de «Lazy Bones», la gente no pudo ocultar su júbilo, cosa que seguiría al enlazar con «Automatic Fantastic». A las que siguió «Let The Truth Be Known» de su época de Brant Bjork & The Bros. Como hemos comentado, fue con los temas de sus primeras épocas, indistintamente del proyecto a los que pertenecieran, los que provocaron mayor alegría y favorecieron los esguinces cervicales.

Merecido descanso después de esta trilogía de temas desérticos, con líneas de bajo bien marcadas y que fueron muy bien llevadas en todo momento por un descalzo y activo Dave Dinsmore que no dejaba ver bien su rostro debido a la gorra que llevaba y a su cabizbaja pose que los focos no ayudaban a apreciar.

«The Future Rock (We Got It)», pieza potente para volver al bis, abrió la parte final de este viaje por los bajos fondos del stoner. «Low Desert Punk» fue bien conectada con su predecesora gracias a la guitarra de Brant lo que hizo que la fiesta que se estaba generando de la mitad del concierto hasta aquí no decayera. Sabíamos que en un momento u otro esto se iba a acabar y nadie quería irse de allí.

bjorkwheeler_11102017_antzoki

El broche final llegó de nuevo con Sean Wheeler sobre el escenario y toda su performance en «Freaks Of Nature». Con el pecho desnudo, enmascarado y con el cinturón de pantalón quitado y usándolo a modo de látigo, Sean no paraba quieto por el escenario cantando con su particular estilo «anticrooner». Quizás esperábamos algo más de intervenciones a lo largo del concierto por parte de Sean, ya que tres temas nos parecen algo escasos, pero también hay que decir que un tema con este hombre vale por dos y más quizás hubiera restado protagonismo a Brant y su banda, con lo que puede que la fórmula elegida no fuera tan mala.

Con estas quince etapas, concluye nuestro viaje, guiados a través de los sonidos más pesados o primarios del stoner de la mano de un Brant Bjork en forma a pesar de los años (las canas en la barba y las gafas le ponen años de más). Sigue con su gran melena rizada agarrada por la frente con uno de sus característicos pañuelos. No dudamos que mientras haya gente como Brant Bjork sobre los escenarios, el stoner seguirá teniendo grandes embajadores.

Texto y fotos: Dave Blanco

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.