Corizonas

Corizonas (25/11/2017)

Supergrupo: dícese de la banda formada como consecuencia de la unión de dos o más bandas, total o parcialmente. Esto es lo que son Corizonas, la fusión entre Los Coronas y Arizona Baby que surgió gracias a la gira conjunta “Dos bandas y un destino” allá por el 2010. Pero a diferencia de otras formaciones del estilo, Corizonas nació para quedarse y el sábado aterrizaron en Bilbao para presentar su segundo disco “Nueva Dimensión Vital” y un reciente EP “Mas Allá”, que como explicaría durante la actuación Vielba, sería como en esas sagas de películas en las que sacan un título a posteriori pero que cronológicamente iría entre la primera y la segunda.

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La aventura en la que nos adentraríamos esa noche comenzó mucho antes sin ser nosotros conscientes. Un pequeño percance con una de las furgonetas del grupo de camino a Bilbao que se torció en un improvisado homenaje a la banda “Siniestro Total” (como ellos mismos comentarían durante el concierto) estuvo a punto de chafar la noche y lo que es más importante, la salud de varios de sus miembros. Finalmente, tras una visita de rigor al hospital de turno, la banda al completo pudo ofrecer un gran recital de rock y folk al público que se congregó en el Kafe Antzokia y que prácticamente lo llenó.

El concierto comenzó con una proyección y la sintonía de cabecera del programa “El hombre y la tierra” modificada, en la que imágenes de animales de la fauna salvaje se intercalaban con la de los propios miembros de la banda, para a continuación arrancar con una intro a la que poco a poco se irían sumando con sus instrumentos todos los componentes de la banda hasta la llegada de Vielba, que se incorporó con un Theremín.

«La Cuerda Que Nos Dan» fue la encargada de abrir oficialmente el setlist (al igual que lo hace en el LP «Nueva Dimensión Vital»). La voz de Vielba parecía no estar del todo ajustada y apenas se podía apreciar la letra, algo que poco a poco se fue solventando conforme la canción avanzó.

Todo iba bien

El público conectó desde el primer momento con la banda y en «Las Paredes Bailan» y a petición de quien cantaba, acompañaron a base de palmas “primitivas” (así las definió Javier) una de las canciones más movidas y bailables, y a la que la trompeta de Yevhen le queda como un guante.

Antes de la alegre «Todo Va Bien» y en uno de los recurrentes y abundantes discursos entre canciones que se marcaron tanto Javier como Fernando Pardo, explicaron el incidente que casi les hace perderse el bolo, eso sí, con  cierto tono jocoso propio de quien comenta la jugada a toro pasado pero aún con el susto en el cuerpo.

Inicialmente más comedido, Javier Vielba poco a poco se le vió más suelto y a pesar de como él dijo, le gustaría ser esa noche un miembro más de Slayer para hacer headbanging, se tendría que conformar con ser un crooner a lo Sinatra.

En «Luces Azules», la guitarra de Vielba se incorporó al ya extenso séquito de cuerdas que conformaba la banda. Formación, que a excepción de Roberto Lozano con  su batería que se situaba en una segunda línea por detrás, el resto del septeto configuraban una extensa línea recta al frente del escenario.

Turno ahora para ese primer disco «The News Today» y varios temas en inglés. «The Falcon Sleeps Tonight» y una majestuosa versión de «Wish You Were Here» de Pink Floyd que el público coreó varias partes al unísono.

«Run To The River» y «Run To The Woods» nos adentraron en el folk y el rock más primerizos en la primera y con sonidos más cercanos al country en a segunda, en la que los asistentes volvieron a mover ligeramente sus cuerpos con ese vaivén sutil de caderas.

La banda poco a poco se iba desentumeciendo del susto, y se les veía disfrutar sobre el escenario, sobre todo Javier y Fernando, los más habladores y el gran David Krahe que estuvo inmenso con su guitarra rematando los temas al cierre de cada uno de manera magistral.

De versiones

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Otro cover que apareció por el setlist fue la italiana «Piangi Con Me» que aparecía en el single «I Wanna Believe». Sin duda fue otra de las mejor recibidas por el público, incluso vimos alguna pareja marcándose un baile.

Tras el subidón de la italiana, tocó la vuelta a «Nueva Dimensión Vital» con la “beatleliana” «Yo Quiero Ser Yo», tema compuesto por el batería Roberto Lozano y que sirvió para coger un poco de aire para el arreón final del show para el que Javier parecía no guardarse nada viendo la sudada que atesoraba al no parar de moverse y gesticular con sus brazos durante todos los temas.

«Místicos En Éxtasis» vino precedida por otra de las historias entre canciones que soltó en este caso el propio Javier sobre el origen de su pasión por la música en sus días de instituto y que está relacionada con el origen del título de la canción. En el estribillo, Vielba actúa como un orador eclesiástico elevando los brazos al cielo de la sala con cada éxtasis.

La fatiga del concierto, y puede que también la medicación ingerida para calmar el dolor de las lesiones ocasionadas por el accidente, empezaba a hacer mella en el cantante que en los primeros compases de «Ecos Del Futuro» indicaba con gestos a Roberto que bajara ligeramente el ritmo de la canción.

A versiones

Y de nuevo turno para las versiones, esta vez para el tema de Gabinete Caligari «Malditos Refranes», no sin antes soltar otra anécdota relacionada con la canción. Anécdota con cierto toque de atención “amistoso” para Jaime Urrutia, ya que en una reciente entrevista al cantante, les nombró como “y esa banda de Valladolid con uno de barbas” al referirse a ellos cómo una de las pocas bandas que habían versionado temas de Gabinete Caligari.  De nuevo las guitarras de David y Rubén sonaron y empastaron de manera espectacular como en todo el concierto.

Con una buena lista de canciones ya interpretadas, la hora del final tocaba a la puerta y lo hizo con «Nueva Dimensión Vital», acertadísimo tema para concluir bailando y al que se unió el propio Javier, micrófono en mano, para bajar hasta el público y cantar entre ellos parte de las estrofas, lo que contagió aún más a los  asistentes de la fiesta que allí se estaba viviendo.

Los bises

Momento entonces para un bis que el público pidió a sabiendas que volverían gracias a que ellos mismos nos avisaron del plan, pero el protocolo mandaba pedir un “beste bat”. Y como al principio del concierto, el bis se vino con una intro sensacional que formaba parte del tema «Sun In Your Mind».

Corizonas en sus inicios se juntaban para versionar temas de sus cantantes o grupos favoritos hasta que por fín se plantaron y comenzaron a componer y a grabar temas propios. De aquellos primeros tiempos quedan esas maravillosas versiones que siguen incluyendo en sus directos. «Pushin Too Hard», la discotequera canción de Paul Parker de 1982 que para esta ocasión sería Roberto Lozano, quien la interpretara con su voz desde su batería, para lo cual, la banda le hizo un pequeño hueco en esa la barrera frontal que formaban los 5 de cuerdas y la trompeta, para cederle el protagonismo. Muy bien llevada a cabo por parte de Roberto tanto en el apartado vocal como con la percusión, emulando los beats del tema original.

Y sin tiempo de asimilar dicho cover, la banda pasó a otra versión, que en principio nada tiene que ver con la de Parker pero que ellos consiguen llevar nuevamente a su terreno y hacer que casi parezca la misma. Estamos hablando de «Mr Soul» de Neil Young. Versión, que sin perder el ADN del gran Neil Young, la superbanda la lleva hacia un lado más propio de los Roling Stone, en parte acusada por esos acordes de guitarra que rozan el (I Can’t Get No) Satisfaction de sus satánicas majestades.

Corizonas bebe de muchos sitios, musicalmente hablando claro, y si antes mencionábamos a los Rolling Stone, en esta ocasión otro de los clásicos  referentes son Black Sabbath. Con «Supernaut» Javier Vielba sacó su lado baterista y junto a Roberto se marcaron un espectacular dúo de percusión compartiendo baquetas a la batería durante una parte del tema, al igual que lo hiciera la formación de Iommi en alguno de sus directos.

No contentos con esto, Vielba bajó la público a botar y a bailar con «I Wanna Believe», tema con el que esta vez sí, darían por concluida su actuación o mejor dicho su fiesta y oda a la música y al rock. Casi dos horas de un viaje por el rock, el folk y el country.

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Y si la noche comenzaba con la sintonía de “El Hombre y La Tierra”, para concluir fue toda una declaración de intenciones, «Always Look On The Bright Side Of The Life» de los Monty Python, canción que ya con las luces de la sala encendidas cantamos todos juntos, público y Corizonas, para acabar de redondear esa comunión que se dio entre la banda y sus seguidores.

Desde aquí queremos agradecer a la banda su profesionalidad y desearles un largo viaje.

Texto y fotos: Dave Blanco.

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