Ebrovisión 2017: Viernes
Ebrovisión 2017: Viernes
Segunda jornada del Ebrovisión que contaba esta vez con actuaciones por el día, en la Fábrica de Tornillos. Estaban anunciados Loud y The Limboos, dos grupos completamente opuestos; los primeros, jóvenes (muy jóvenes) y con sonidos yankees; los segundos, con más experiencia y haciendo rhythm & blues.
Para después, ya en el multi-funcional de Bayas, Sidonie era el gran nombre del día. Nada Surf sería el nombre destacado internacional de la jornada (y casi del festival).
Loud
El día empezaba a las 13h en la Fábrica de Tornillos. Era turno para Loud, grupo local muy joven (casi no superaban la mayoría de edad) y con mucho público juvenil que vestían camisetas con su nombre. Era la apuesta local del Ebrovisión.
Salieron con los pelos pintados, queriendo avanzar que serían rebeldes. Rápidamente nos recordaron a esos grupos americanos del pop-punk como Blink 182 o Green Day; pero estos con canciones en castellano.
Tienen publicada una maqueta con cinco temas del que destacamos «Días de Verano». Además, están grabando lo que será su primer LP, del que sonaron «Al Respirar» o «Miedos», con el que cerraron el bolo de una hora. También tuvieron tiempo para hacer versiones, entre ellas, el «Smells Like Teen Spirit» de Nirvana. que sonaba mejor en la segunda voz. Son jóvenes y tienen muchas cosas que pulir.
The Limboos
Recogieron las guitarras, y colocaron en escena esos otros instrumentos. Esos que hacen la música de los 80′ y que The Limboos sabe aprovechar. El quinteto tenía la difícil tarea de cambiar completamente de terna.
Pasadas las 14h, el saxofón barítono y el contrabajo (además del bajo, guitarra y batería) daban esos ritmos blues que invitaban a bailar, a pesar de que el público estaba perezoso.
El concierto se nos hizo largo; la hora no ayudó y decidimos guardar fuerzas para lo que vendría después.
Champagne / My Expansive Awareness
Los encargados de caldear la tarde en la carpa Estereoclub eran los gaditanos Champagne y los zaragozanos My Expansive Awareness.
Para los primeros, el horario (19:25) jugó en su contra, ya que los pocos que estábamos no nos sentimos muy atraídos por su música. Nos sonaron a pop inglés, pero sin mucho a destacar.
My Expansive Awareness nos sobraron completamente. Bolo muy soso, sin nada relevante. Quizás, lo que más destacó fue cuando al guitarrista se le rompió el cable. El «puto cable» fue lo que llamó la atención del público. Tras unos instantes de parón, consiguieron otro cable y siguieron con lo mismo.
Luis Brea y El Miedo
Tras el mal sabor de boca de las dos actuaciones previas, Luis Brea y El Miedo nos iban a subir el ánimo. Siempre que les vemos lo hacen, y el viernes volvió a pasar. Reconocemos que no es grupo al que prestemos mucha atención en nuestro playlist habitual, pero sus conciertos nos siguen gustando.
Jugaron con su setlist habitual y en poco más de 40 minutos nos hicieron disfrutar. Ese «Automáticamente» suena a himno, y lo hacen parte del público, bajando a pista.
Es un grupo que no se pasea mucho por Bilbao o alrededores, pero que merece mucho la pena en directo.
León Benavente
Tras Luis y los suyos, llegaban León Benavente. Hemos perdido la cuenta de las veces que les hemos visto en festivales, pero esta última fue, sin duda, la mejor. Salieron a escena a las 22h con «Tipo D» y «California».
Llevan el mismo setlist por los festivales, pero son temas que enganchan. ¡Qué vamos a decir de la energía de Abraham y los suyos! «Gloria» y «Habitación 615» son como himnos, el primero directo al cuello y el segundo más íntimo y que merece ser escuchado.
El juego de luces engrandeció la actuación y despidieron con «Maestros Antiguos», «Aún No Ha Salido El Sol» y «Ser Brigada», el gran hit de León Benavente. Más de una hora de chorros de fuerza que nos llenaron las baterías para lo que quedaba por delante.
Nada Surf
Nada Surf era una de las bandas internacionales del día y para nosotros cumplió, sin más. Arrancaron algo más tarde de lo anunciado por algún problema de sonido.
La banda de New York, llegaba a Miranda con la fama ganada en los años anteriores. Nosotros, que no somos fans del grupo, se nos quedó en una actuación correcta, con dos imágenes en escena. Por un lado, un elegante y presente Matthew Caws, y por el otro, un irreverente e inquieto Daniel Lorca (que por cierto, vimos el jueves viendo a Ty Segall).
Algo más de una hora de concierto, que los fans seguro disfrutaron.
Sidonie
Sidonie tenía la hora golfa del día (pasada la 1 de la madrugada) y como es habitual en ellos, fueron golfos. Nosotros ya conocíamos su show festivalero y no nos sorprendió, pero nos volvieron a divertir (eso lo consiguen casi sin querer). Nos sobraron algunas bromas que nos suenan repetitivas.
Los conciertos los abren con «Os Queremos» de su último disco «El Peor Grupo del Mundo». Es el tema que más les define y es que viven de la pasión del público. Pasión que devuelven sin mucho esfuerzo.
Sonaron también temas más antiguos como «Yo Soy La Crema», «En Mi Garganta» o «El Bosque». Tras una hora y despidiéndose, tocaron «Carreteras Infinitas» y su grupo-repaso. Ellos también levantan festivales.
Tras el bis, «Un Día de Mierda» (paseo entre el público incluido), «El Incendio» y «Estáis Aquí». Y como no, Marc y Jess acabaron sin camiseta.
Hora y veinte de fiesta a cargo de Sidonie y el público, que en estos casos hace mucho.
The Whip
Los de Manchester tenían el fin de jornada. Era difícil enganchar al público tras los catalanes, pero con ritmos del rock más electrónico, lo lograron.
Fórmula sencilla, con guitarra-teclados, batería y bajo, pero que hicieron que los que preferían la música en directo a los pincha-discos saliesen sin suela de zapatilla.
Nosotros nos quedamos a los primeros temas, y la verdad, que sonaban bien. Logísticamente tuvimos que abandonarles antes de lo deseado.
Buena segunda jornada del Ebrovisión, en la que León Benavente fueron nuestros ganadores.
Los pequeños problemas de la primera jornada continuaban (eran difíciles de solucionar), pero aún así, organización envidiable.