Ebrovisión 2018: sábado
Las viejas bandas
La jornada del sábado fue, para nosotros, la más atípica ya que, por problemas logísticos, nos perdimos toda la jornada diurna, tanto en la fábrica de tornillos como en la parte vieja. Por lo tanto, «sólo» disfrutamos de los bolos del recinto principal, que no fue poco.
Hickeys
Las primeras fueron Hickeys, grupo madrileño, aunque sólo una de ellas (son cuatro) sea de la capital. Posiblemente tenían el peor horario de todo el festival, ya que muchos todavía reposaban lo gastronómico. Por eso, que al comienzo del bolo, la gente de prensa y organización sumaban más que público.

Abrieron el concierto deletreando su propio nombre, para evitar malentendidos y así poder ajustar los instrumentos. Con una bajista muy animada y haciendo de maestra de ceremonias, intercalaron temas propios de su EP «Diamond Munch» (2018) y versiones. Cantaron a los «chupetones» y se les vio mejor con las canciones más animadas y «festivaleras» como su «Hickey Hickey Bang Bang», con la que cerraron los 40 minutos de actuación. Algo fresco para arrancar el día.
Pol 3.14
El siguiente era uno de esos nombres que sonó hace unos años con la ayuda de «Los Hombres De Paco» y que tras varios años de silencio, parece que vuelve a la escena. Ese bagaje se puso de manifiesto en las primeras filas, y es que una multitud, casi salida de la nada, ocupó ese espacio que parece destinado al aire (también tuvo culpa el propio Pol).

Arrancaron con algún problema de sonido y con temas como «Lluvia En Las Pestañas» o «En Shock», donde la segunda guitarra destacaba, como casi durante toda la actuación. Ya en «Bipolar» se vio al público cantando y es que Pol 3.14 fue uno de los grupos con más nombre de los principios de los 2000′. Dedicó un tema a un amigo y se fue con cuatro «hits» (como el mismo reconoció). «La Terminal», «Jóvenes Eternamente», «Desde Aquí En Mi Cabeza» (dedicada a su ex-discográfica) y «Lo Que No Ves», con Pol en las primeras filas, y sobrepasando el tiempo estipulado. El técnico aguantó, Pol le debe una.
Carolina Durante
La sensación actual de todos los festivales iba a ser el encargado de abrir el escenario principal, y es que Carolina Durante, a base de single, se ha colado en todos los festivales. Como alguno dijo, las canciones de ellos son lo que es el indie, malos músicos, malas canciones, pero que gustan a los festivaleros. No sabemos si esa es la fórmula, pero a la vista del público a las 20h, Carolina triunfa.

En 40 minutos sacaron todos sus temas, directos, sin mucha parafernalia. «Necromántico», «En Verano» o «300 Golpes» abrieron el show antes de acordarse del Madrid y cantar «El Himno Titular». Pero la gente esperaba lo que esperaba, y era «Cayetano». Todos mis amigos se llaman Cayetano y para cerrar el bolo, «La Noche De Los Muertos Vivientes», que contó con la «ayuda» de Martín Barreiro, el hombre del tiempo.
Las siguientes tres actuaciones serían de tres «viejas bandas» con estilos muy diferentes, pero que consiguieron descargar su show de una manera casi perfecto.
La Habiatación Roja, tras todos los problemas previos al verano, parecen estar de nuevo en plena forma y así lo demostraron en el Ebrovisión. Con un set cuidado donde no faltaron clásicos como «Ayer», «Berlin» o «Indestructibles», Jorge y los suyos recordaron ser una de las bandas que vio nacer el festival. De hecho, la pasada edición fueron el grupo sorpresa. Y parece que esta relación banda-festival, se alargará por mucho tiempo.

La MODA jugaban casi en casa y eso se notó. A pesar de no contar con el bajista (debido a un problema de última hora), el set sonó correcto y el público se encargó de entregarse a la banda al igual que la banda se entrega a sus fans. Destacar sobremanera el juego de luces, sencillo pero muy trabajado y al unísono con todo lo que en escena ocurría. «Gasoline», «Los Hijos de Johnny Cash» o «PRMVR» siguen sonando a la espontaneidad de los primeros «modistos», aunque «La Inmensidad» y, sobre todo, «Héroes Del Sábado» pretenden ser los nuevos clásicos.
Y por último (por lo menos por nuestra parte) llegaba La Casa Azul. El grupo de Milkyway sacó sus mejores galas y consiguieron poner a bailar el Ebrovisión. «Podría Ser Peor», «El Momento» o «Todas Tus Amigas» animaron a esos fans del grupo que no dudan en mover el esqueleto con los ritmos electrónicos que también casan los barceloneses. El fin de fiesta llegó, como no podía ser de otra manera, con «Revolución Sexual».
Así nos despedimos del Ebrovisión 2018, sin ver a DBFC, grupo que debió sorprender a más de uno.
Son ya tres las ediciones consecutivas que desde aquí hemos disfrutado y siempre con un muy buen sabor de boca, ya que Ebrovisión se aleja de las masificaciones y cuida, además de a los artistas, al público.
¡Nos vemos en 2019!
Texto: David Pereda