Ebrovisión 2018: viernes
Siempre brilla el sol
La jornada del viernes arrancaba al mediodía, en la Fábrica de Tornillos, con la actuación de Capsula, que venían a sustituir a una de la bandas anunciadas con anterioridad. Su salida no fue la más espectacular que hemos visto y es que la lejanía entre escenario y público hizo que Martín tuviese que pedir un acercamiento, que el público obedeció.

Anunciaron un show de rock n’ roll y así fue. La formación habitual de Capsula (bajo, guitarra y batería) sacó éxitos de la banda como «Sun Shaking» o «Starman» ante una media entrada. Una hora de bolo con un bis corto que sirvió para reivindicar que, posiblemente, seamos la última generación que vive la música en carne y hueso, dejando para las futuras las pantallas y realidades virtuales.
Modelo de Respuesta Polar
La hora de la siesta del viernes la rompería Modelo de Respuesta Polar, que pasadas las 17h, salieron a escena con «Siempre». Con poco público, pero con ganas de escuchar a los valencianos. Desplegaron un set cuidado e íntimo (ellos mismos agradecieron la oportunidad) donde temas como «Sábados» o «Cómo crees» sonaron de 10 (también tendría culpa el equipo técnico).

Hicieron un breve impás para «Cerrar Heridas» con sólo Borja en escena y acompañado de acústica. También sonaron «Más Movimientos» o «La Juventud y El Tiempo», entre otras, en su último concierto en una temporada y que dejó un gran sabor de boca, tanto a público como a los propios artistas.
Vulk
Ya en el recinto principal, pero en la carpa todavía, los primeros y únicos (el espacio quedó arrasado) fueron Vulk. Ya hemos hablado en infinidad de ocasiones de este grupo local (sí, de aquí, de Bilbao) que está rompiendo todos los «tablaos» que pisa y el viernes en el Ebrovisión hicieron lo mismo.

Dos discos, de temas directos y rompedores, que junto a su actitud en directo hacen de ellos un grupo para disfrutar. Su estilo de punk sin adornos (no los necesitan) quedan de manifiesto en temas como «A Poison Tree» o «Brazil». Y hasta también cantan en euskera («Behiaren Begirada»). Ya no nos llama tanto la atención de Andoni en escena, pasando muchos momentos en la parte trasera y de espaldas al público. En menos de una hora desplegaron cañonazos sin parar e incluso escuchamos algún «beste bat».
Boytoy
Las siguientes eran Boytoy. Su nombre todavía poco comercial (junto al de Vulk) hicieron que el escenario principal quedase algo desangelado. Salieron diciendo tacos en castellano, algo muy habitual cuando aprendes un nuevo idioma, queriendo dejar claro que venían con el cuchillo entre los dientes.

El show fue de menos a más, con sonidos mucho más oscuros y rudos hacia el final de la actuación. A nuestro parecer, no consiguieron enganchar a muchos de los asistentes (entre los que nos incluimos).
Ángel Stanich
El siguiente ya sí, sólo con su nombre (Ángel Stanich) atrajo más miradas y, sobre todo, oídos. Sus sets están llenos de éxitos y su implicación en el directo es indudable. Abrió con «Galicia Calidade», no había más que decir. La siguiente «Un Día Épico». Y dedicó unos minutos para presentar a la banda.
Sonaron más éxitos como «Señor Tosco» o «Hula Hula», tras la cual dejó caer que la gente no callaba. Ángel es así y lo mismo no hace entrevistas que manda callar al público. Apretaron con «Le Tour».

Para el final dejaron «Escupe Fuego», «Metralleta Joe» y su último éxito «Mátame Camión». Ángel bajó a cantar con el público, pero el final quedó muy descafeinado.
Por problemas logísticos, no pudimos ver a los chicos de Ron Gallo y lo siguiente que se vendría fueron los «granaínos» Lori Meyers.
Lori Meyers
Era el gran nombre del festival y a pesar de anunciar un concierto especial por sus 20 años, se limitaron a hacer lo que han hecho en otras ocasiones. Los últimos clásicos (que son unos cuantos) y unas pequeñas pinceladas de sus inicios.

Una pequeña intro dio paso a «Evolución» y «Luces de Neón». Ya tenían a la gente en el bolsillo. Después hicieron un recorrido por temas «menos» conocidos como «Tokio Ya No Nos Quiere» o «Corazón Elocuente» antes de cerrar su hora y veinte de concierto. Se sucedieron, sin descanso, «Siempre Brilla El Sol», «Emborracharme», «Religión», «¿Aha Han Vuelto?», «Mi Realidad» y «Alta Fidelidad».
18 temas sin parar ni para respirar, un pequeño problema con la guitarra de Noni y un público entregado fue lo que dejó Lori Meyers en el Ebrovisión. Esperábamos más.
Empty Files
Los últimos serían los también locales (de Bilbao) Empty Files, que descargarían sus ritmos electrónicos. Era complicado ser los siguientes a Lori Meyers, pero consiguieron llamar la atención de muchos que salieron a tomar el aire. Un inicio muy suave con Txufo a los mandos, para desplegar un set de menos a más.

De su disco «Shadows» (2018) sonaron la propia «Shadows» o «Fire Tongue» y a falta de Gonzalo en el directo, tuvieron la compañía en algunos cortes de Trevor Gavilán. Show oscuro de base electrónica que cerró la segunda jornada del Ebrovisión 2018.
Texto: David Pereda