Grises / Marban – Stage Live
Entre grises y luces
Si miramos los line-up de cualquier festival nacional de los últimos años, veremos en tamaño más grande o más pequeño el nombre de Grises. Grupo de Zestoa (cantera increíble de grupos «vascos») que con 5 discos de estudio es carne de festival, básicamente porque las salas se les quedan pequeñas, y no por aforo, sino porque necesitan espacio para desplegar las alas. Ayer en la sala Stage Live, con poco más de media entrada, volvieron a demostrar que lo suyo es el «buenrollismo» aderezado de bailes estroboscópicos. Vamos, que los pones en un festival y te levantan al público sí o sí.
Marban
Como grupo invitado estaban los getxotarras Marban, proyecto dirigido por Guillermo Marban, que se ha sabido acompañar para ser uno de los grupos de moda de la margen derecha bizkaína. Sus últimas constantes citas por diferentes salas del botxo dan constancia de ello.
Pocos minutos antes de las 21h, entramos en la sala y para nuestra sorpresa, los 5 marbanes ya sonaban. No es habitual adelantarse al horario marcado, aunque también es cierto que los diferentes carteles abiertos por RRSS no dejaban nada claro el horario. En la sala, a esa hora, poca gente.
En las primeras filas, a varios metros del abismo del escenario estaban los grises, viendo a sus compañeros, que agradecieron tal invitación. La voz de «tenor» de Guillermo no sonaba como merece, pero poco parecía importar a las «madres» que graban los conciertos con sus móviles. ¿Lo volverán a ver alguna vez?
Nos dio tiempo a escuchar «Mistral», «As De Copas» o «Trinidad», con la que acabaron, y que la quieren convertir en su propio himno (incluso haciéndola sonar en el Kafe Antzokia). Los excesivos silencios entre temas no ayudaron a darle continuidad al bolo.
Grises
Rápido cambio de instrumentos y a las 21:45 sonó música-intro alienígena/bélica para centrar al público que se acercó a las primeras filas (aunque siempre dejando la distancia de seguridad habitual). Con escenografía propia, incluidos juegos de luces, salieron los Grises para «Papel Quemado» de su último LP «De Peces Y Árboles» (2018). Los primeros movimientos de hilos no fueron los mejores, ya que las voces sonaban raras. Lo solucionaron rápido.
Amancay, en su papel de traductora, pidió cercanía y reconoció su «invalidez» para el baile. La pierna izquierda parecía tener la culpa. Dándole protagonismo a la electrónica, hicieron su primer «remember» con «Plástico Eléctrico» del disco «El Hombre Bolígrafo» (2011). El rockero «Intrépido Estúpido» fue el siguiente.
Agradecieron mucho, a muchos y a muchas. El primero Josu Torrealday, «consejero» del grupo, pero de los buenos. Para él fue «Cactus» del infinito «No Se Alarme Señora, Soy Soviético» (2013), y es que a fin de cuentas, todos somos personas. La siguiente, dedicada a Marban: «Gato Por Liebre». Declaración de intenciones de Amancay. «Grita» fue, de nuevo, reivindicativa, aunque siempre con ese aura de positivismo que desprende el grupo. Ayer, la falta de espacio y la «cojera» de Amancay deslució un poco el show. ¡Pedir más pista para despegar!
La psicodelia de «Soles» dio paso al manifiesto feminista de Amancay para presentar «Wendy». Pidió más mujeres en la industria, tanto encima como debajo del escenario. Transitamos por caminos inescrutables con «Laberinto», single publicado tras «Erlo» (2016) y que recuerda que siempre hay salida.
De fracasos
Para «El Impacto» el público ya estaba con ganas de bailar y saltar y «El Hombre Bolígrafo» fue la liberación de más de uno y una. El ambiente no paraba de subir con «Comida Para Insectos» y «Animal» fue lo más parecido a un clímax «concertil». Nuestro hit.
Breve parón (Amancay no pudo bajar las escaleras hacia camerinos) y las tres últimas. La primera «Mi Mejor Fracaso», porque como ella misma recordó, esto va de fracasar, de fracasar en el intento. En «Parfait» agradeció el trabajo de técnicos de sonido y luces, y hasta se acordó de esos que nos recorremos las salas haciendo fotos y escribiendo estas líneas para que hoy Grises sea un poquito más. Eskerrik asko Amancay!
Sin saber ya dónde teníamos la cabeza, cerraron con el discotequero «Avestruz», para 16 temas en casi hora y media de show que fue de más a mucho más. Recomendamos consumir Grises mínimo 2 veces por año.
Texto: David Pereda
Fotos: Dave Blanco