Jay Jay Johanson
Jay Jay Johanson (22/10/2017)
El cantante y compositor sueco Jay Jay Johanson volvía a la capital vizcaína dos años más tarde para presentar su nuevo trabajo «Bury The Hatchet» y lo hacía en la céntrica Sala BBK de Gran vía en un horario poco habitual, un domingo a las ocho de la tarde (noche ya, ahora que el otoño nos acompaña).
Con casi la totalidad de las butacas ocupadas (incluso con gente llegada de otras provincias) a la hora establecida y tras un mensaje sonoro que nos invitaba a no grabar ni hacer fotos (cosa que agradeceríamos enormemente durante el concierto en estos tiempos) salió el sueco acompañado por otros dos músicos, un batería a su izquierda, y el encargado del órgano y piano a su derecha (piano de cola negro cedido por la propia sala).
La puesta en escena estaba focalizada en una serie de proyecciones de vídeos tras él que ocupaba todo el fondo del escenario y que también se proyectaban sobre el propio Jay Jay. Los vídeos abarcaban desde imágenes urbanas hasta gente paseando, líneas de montaje y fabricación, paisajes desérticos, demoliciones de edificaciones, life style, etc, la mayoría de ellas a color pero de décadas previas a los noventa. También jugaba con los tiempos, pasando algunas aceleradas, otras ralentizadas e incluso hacía atrás.
Centrándonos en la actuación, la voz de Jay Jay estuvo siempre a tono y no quedó sepultada por ninguno de los instrumentos. Seguramente la acústica del lugar hacía mucho por esto, al igual que el trabajo de los técnicos. Sí que la batería, en los momentos de más exaltación de dicho instrumento, daba sensación de estar algo alta, más aún cuando nada más acabar la relajada e íntima «She’s mine but I’m not Her’s», en la que sólo intervinieron la voz de Jay Jay y el piano, entró la batería de repente y sin tiempo de digerir tan bella interpretación, para tocar «Milan, Madrid, Chicago, Paris». Quizás fuera este el único reproche que podemos hacerle a la actuación, el no haber dejado algo de tiempo en medio de ambas canciones.
A propósito de la batería, ésta sonaba tan limpia que siempre nos hacía dudar de si no estaba grabada previamente con una eléctrica, pues la sensación era esa, pero por cómo tocaba el baterísta, descartamos esa opción, aunque creemos que algo grabado había.
La carrera de Johanson es extensa y sus seguidores fieles, de eso no queda duda, más aún cuando suenan temas como «Far Away» o «Believe in Us», o las anteriormente citadas «She’s mine but I’m not Her’s» y «Milan, Madrid, Chicago, Paris», las cuales fueron de las más aclamadas y aplaudidas por el público.
Unos escuetos «thank you» entre canción y canción era todo lo que el sueco soltaba fuera de las letras de sus canciones. Breve introducción de sus músicos al comienzo de la nueva «Bury The Hatchet», y poco más habló al público, eso sí, siempre con gesto amable.
De las pocas veces que vimos a Jay Jay cantando con los ojos abiertos mirando de tú a tú a los asistentes fué con»I Miss You Most Of All», el resto fueron interpretadas como suele hacerlo habitualmente, aferrándose al pié de micro y cerrando los ojos.
La canción que abre su nuevo disco, «Paranoid», con esa base rítmica propia del trip hop de Portishead, nos pareció que conectó muy bien con el público que aún con las limitaciones del estar sentado en las butacas veíamos balancearse y asentir con la cabeza a ritmo.
Uno de los momentos más especiales de la noche se dio con Jay Jay cantando “a capella” la breve «Skeletal» con una sala totalmente en silencio, y tras la cual enlazó seguido y de manera más sosegada con «I’m Older Now».
Antes de acabar esta primera parte de la actuación, sonó una dulce «On The Other Side», para la que sólo se quedaron sobre el escenario Jay Jay y el pianista.
El tiempo de descanso para el bis fue breve pero durante él, no cesaron los aplausos del público, ni en cantidad ni en intensidad. Y aquí llegó el segundo momento especial de la noche. De nuevo con Jay Jay cantando sólo en el escenario, sin ningún tipo de acompañamiento instrumental, «Whispering Words». De nuevo el respeto del público fue total. Así de gusto asistir a conciertos.
Llegados a este punto las proyecciones desaparecieron (no sabemos si por problemas técnicos o no) y el negro se puso de fondo para el final de la actuación que cerró con la bailable «Rocks In Pockets» dejándonos a todos un buen poso. Antes de concluir el tema Jay Jay se sentó junto a su pianista y ambos tocaron juntos el órgano, seguidamente su compañero se centró en el piano y Johanson se quedó al órgano.
Gran final que los asistentes supieron agradecer y el propio Jay Jay, bajando a las primeras filas a saludar y estrechar algunas manos.
No queremos despedirnos sin antes agradecer al público el respeto que mostró hacia quien se sube a un escenario y a la propia sala por hacer que se mantuviera dicho respeto, teniendo que llamar en alguna ocasión la atención a algún “despistado” que sacó su móvil para grabar, y por el buen trato recibido por parte del personal de sala.
Texto y fotos: Dave Blanco