La energía desbordante de Vintage Trouble – Kafe Antzokia I Bilbao
Preparados para Vintage Trouble
Confiados e ilusionados, el martes por la tarde/noche, nos dirigimos a nuestra cita con los sonidos rock/soul de los californianos Vintage Trouble. A la llegada, la cola para acceder a la sala empezaba a necesitar un viraje para no invadir la calzada y meternos en los propios Jardines de Albia. En el interior, el calor humano se hacía notar y el lleno llamaba a la puerta.
A la hora establecida, una voz en off nos preguntó si estábamos preparados para el show, y tanto nuestra respuesta como la del resto del público, fue un rotundo y apabullante sí. Iba a ser esta nuestra tercera vez con Vintage Trouble, primera en un concierto propio y en sala, y aunque los festivales a Ty Tylor y los suyos les sientan muy bien, sus bolos propios son mucho más locos e intensos. “Knock Me Out”, tema con el que arrancaron el concierto, ya nos mostró de qué iba a ir la cosa. Ty apareció vestido totalmente de blanco, y no paró de moverse y bailar, yendo de un lado para otro, subiéndose a los bafles y jugando sin parar con el cable metálico de su micro, todo esto cuando no bajaba al público y se abría paso hasta el fondo.
Buena energía a ambos lados del escenario
La banda mostró un altísimo nivel, tanto en ejecución como en actitud. A destacar los coros que acompañan en los directos a grupo, a cargo de una voz negra femenina, siempre en un segundo plano al lado del batería, pero destacada en su cometido. No fue hasta “Can’t Stop Rolling’ ” que el tono festivo y desfasado bajó y la emoción ganó en intensidad. Después, Ty Tylor hizo de reverendo y animó a los allí presentes, en ese instante, a que se dieran la mano y se presentarán a alguién desconocido que tuvieran cerca, como muestra de la buena energía que se respiraba de puertas para dentro.
Y de nuevo vuelta a la locura y al desenfreno con “Run Like the River”, donde Ty necesitó de un micro inalámbrico para poder subir al primer piso del Antzokia, o para subirse a una de las barras del fondo y volver navegando sobre las cabezas de la gente. No contento con esto, el frontman volvió a lanzarse a las primeras filas, para esta vez, ponerse totalmente en vertical y cabeza abajo sobre la masa de gente que soportaban y arengaban al funambulista norteamericano. Los presentes estaban totalmente metidos en la dinámica arrolladora de los californianos, incluso hubo una que se metió tanto que acabó bailando en el escenario con Ty, que fué quien la animó a salir a bailar con él durante “Do Me Right”, y su técnica y desparpajo la retiró del escenario entre una gran ovación.
Reverencia al reverendo
Antes de la despedida, de nuevo en su papel de orador, Ty Tylor animó a quien quisiera a pasarse por el puesto de merchan después del concierto a comprar, pedir una firma o simplemente saludar a la banda. Nalle Colt se marcó un momentazo con su guitarra antes del bis en “Run Outta You” el último corte interpretado antes de la reverencia grupal previa al paseo a camerinos para el descanso. Descanso que duró apenas veinte segundos (no más). Sin cambiarse de indumentaria, ni desabrocharse ni uno de los botones que cerraban, hasta el cuello, su camisa empapada, ni quitarse la chaqueta, Ty y su rostro sudoroso junto con el resto de la banda, volvieron a su zona de confort, el escenario, para terminar su recital de trucos, saltos y acrobacias con el micro, en “Blues Hand Me Down” uno de sus temas más escuchados en plataformas digitales y que rebosa energía, rock y blues por los cuatro costados.
Sin tiempo para más (alguno o perdió el metro o se perdió el final del concierto), de nuevo saludo grupal al borde del escenario y bajada por las escaleras del Antzokia para atravesar el público y postrarse a la salida, sobre el puesto de merchan como bien anunció Ty durante la actuación, donde , a nuestra salida, ya se agolpaban varios fans (esperemos que alguno tuviera el detalle de llevarles algún refrigerio).
Ahora bien, la próxima vez que al comienzo de un concierto, la voz de Ty Tylor pregunte “Are you ready for Vintage Trouble?”, quizás tengas que dejar de lado las severas afirmaciones, nosotros así lo haremos para no volvernos a equivocar.
Texto y fotos: Dave Blanco