Lunes con sabor a sábado con White Lies – Kafe Antzokia I Bilbao
Como ya comentamos en la previa del concierto, el pasado lunes teníamos un buen motivo para encararlo con ilusión y comenzar así la semana de buena gana. La visita de los británicos White Lies, para presentar su último trabajo “Five”, y a una sala de conciertos y no en un festival, nos pareció de lo más motivador para alejarnos de la pereza post fin de semana.
The Owl Project, crónica de una canción
Pero los horarios nos jugaron una mala pasada y al entrar en el Antzoki asistimos, con sorpresa, que los locales (y teloneros) The Owl Project ya estaban sobre las tablas. No sólo eso, sino que estaban anunciando el que sería su último tema. Todo esto a las 20:30h, cuando, a nuestro entender y por lo anunciado, hasta las 21h no daba comienzo. Pero bueno, aún con todo esto, intentamos disfrutar de “Explode” y del espectáculo de rayos láser verdes que llevaron, y con el que convirtieron el Antzoki en una auténtica pista de baile, eso si, para disfrute de los pocos que llegamos a tiempo o que se enteraron mejor de los horarios.
White Lies, encantados de encantar
Con algo de retraso, pero con la sala casi llena, arrancaron White Lies su noche bilbaína, la última por tierras ibéricas. Con el apoyo de un cuarto integrante en los teclados, “Time To Give”, que abre su nuevo trabajo, fué la primera en sonar con el comienzo de dichos teclados. La guitarra de Harry parecía no querer sonar, problema técnico que tardó casi la totalidad de la canción en solucionarse (una mala conexión en uno de los innumerables pedales que tenía Harry a sus pies). Se le vió gustoso en los primeros compases, abriendo mucho los brazos, con poses y sonrisas a los presentes.
Poco o nada tardaron en introducir la primera referencia a uno de sus grandes trabajos “To Lose My Life…” del que están celebrando 10 años. “Farewell To The Fairground” hizo quitar las telarañas de buen parte de las gargantas allí congregadas. La voz de Harry sonaba cristalina, al igual que la totalidad de los instrumentos (puede que los teclados, en algunas ocasiones, estuvieran un poco por debajo del resto). El paso por otros discos como “Big Tv” o “Friends” también tuvo lugar con temas como “There Goes Our Love Again” o “Is My Love Enough?”, las cuales fueron muy bien acogidas por el público, y en especial por las primeras filas de fans, equipados con camisetas de la banda. En esta parte es donde los teclados anteriormente mencionados ya empezaban a sonar más presentes, como en “Hold Back Your Love”, con el que la banda no levantaron ni un poco el pie del acelerador.
El peso de los buenos tiempos
Que la excusa para iniciar la gira fuera la presentación de su quinto trabajo de estudio “Five” no hizo de éste el principal protagonista, sólo 3 de los 17 temas interpretados fueron de su último trabajo. La mayoría del peso del setlist corrió a cargo de “ To Lose My Life…” y “Friends”, que también fueron, como no, las más coreadas y disfrutadas por el público fan, a los que Harry les pedía de vez en cuando palmas o acompañamiento vocal, y éstos respondían sin dudar.
Mucho cambio de guitarra por parte del líder de la banda, que se dejó notar con mayor peso hacia la mitad de “”Don’t Want to Feel It All”, gustándose un poco con las seis cuerdas. Las canciones de “Friends” tomaron la parte central del concierto, y las chuletas con las letras de los temas se iban “desperdigando” por el suelo del escenario a medida que Harry las iba apartando con el pie. “Big TV” volvió a levantar al público, que ya de por sí siempre estuvo metido en el concierto, pero “Kick Me” metió una marcha reductora que incluso agradecimos. Tommy Bowen, el cuarto White Lies a los teclados en los directos, intercaló éstos con una guitarra acústica durante el corte pertenenciente al reciente “Five”.
Para el final “Tokyo”, ese single del último disco, que recoge la esencia del sonido propio de White Lies. Aquí echamos en falta unas segundas voces por debajo de las de Harry en las partes altas de la canción, y que dejan algo desnudas sus letras. Antes de irse para el bis, una intro nos hacía presagiar que uno de sus himnos estaba a punto de sonar. “To Lose My Life” sacó a pasear los móviles y vociferar al unísono el estribillo a petición del cantante, la cual no hubiera hecho falta por la ya predisposición de los fans, pero bueno. Aquí si que pudimos oír al bajista Charles hacer las segundas voces, mientras Harry repetía una y otra vez “Lest’s grow old together and die at the same time” hacia el final de la canción.
Pocas peticiones de bis, pero de allí no se movía nadie. El nuevo single “Hurt My Heart” sonó discotequero y guitarrero al mismo tiempo, “Swing” recuperó la senda ochentera con esos samples tan evocadores de la época y su hit “Bigger Than Us”, único tema de su disco “Rituals”, dió carpetazo a la gran actuación de los británicos.
Con lunes así, ¿quién quiere sábados?
Texto y fotos: Dave Blanco