MAZ Basauri 2019: Anari / Christina Rosenvigne / Mursego / Toundra

Del sopor al abismo musical

El pasado viernes, y tras una Semana Santa algo convulsa, arrancó una nueva edición del festival basauritarra MAZ. Una edición, que a priori, y tras lo visto en las dos primeras jornadas, parece no creado para ningún público en concreto y sí muy abierto a diferentes estilos y opciones. Eso hizo que tanto la música como el público variara en demasía entre la jornada del viernes y sábado del primer fin de semana. El abono del festival sólo estaba hecho para valientes.

Sin pretenderlo, o quizá sí

El cartel del MAZ arrancaba con dos mujeres, referentes entre ellas (eso dijeron), pero que nos llevó al sopor absoluto. Y eso que íbamos con las mismas ganas de siempre (o quizás más).

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Anari fue la encargada de abrir la edición, con la sobriedad a la que nos tiene acostumbrados y sin dar mucho más en el directo. Una hora de conciertos, para 11 cortes que se dividieron en tres grandes bloques. En el primero sonaron, entre otras, «Ametsen Eraiste Neurtua» o «Orfidentalak», justo antes de la presentación del grupo. Después, los cuatro que acompañaban a la de Azkoiti abandonaron el escenario para que sonase la, todavía mucho más intimista, «Ihia».

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Con toda la banda al completo, presentaron temas sobre infidelidades y la que incluyeron en el recopilatorio homenaje a Joseba Sarrionandia, que dio paso a «Epilogoa», con un inicio truncado por el desafine de la guitarra. Dos más y sin muchos aspavientos se marchó.

Turno para ella

Llegaba con la medalla de cabeza de cartel. Era Christina Rosenvigne y (en nuestra humilde opinión) defraudó. Quizá esperábamos más, pero nos pareció un show plano y espeso, que sólo se animó al final del concierto, y sin grandes alardes (con poco nos íbamos a confirmar).

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Eran cerca de las 23:30 y Rosenvigne, junto a batería, bajo y guitarra apareció en escena. Abrió la noche con «Niña Animal» y «El Pretendiente», ambas de su último trabajo musical «Un Hombre Rubio» (2018). Y es que la madrileña, hay que reconocerlo, sobrepasa lo musical y, además de ser un gran referente, no se puede negar su faceta artística. Recientemente estuvo en Bilbao presentando su libro «Debut. Cuaderno y Canciones», donde habla de sus composiciones.

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Ante un público que rondaba los 40-50, presentó «Berta Multiplicada», canción homenaje a una activista, antes de volver a sus anteriores trabajos con «Jorge Y Yo». Se la vio demasiado a gusto en los entre-canciones y casi esperábamos más esos momentos que los propios musicales. Antes de «Pesa La Palabra» rememoró el silencio de Albert Rivera, lo que arrancó la carcajada del público.

Resultó emotiva «Romance De La Plata», canción dedicada a su padre, y reconoció que «Ana Y Los Pájaros» había mutado de balada a himno bollero. Antes del bis sonaron «La Muy Puta» y «La Tejedora». Para después, y en un bis muy corto, «La Piedra Angular» y «Mil Pedazos» cerraron el show de Christina Rosenvigne.

Segunda jornada

A primera hora de la tarde del sábado nos fuimos a ver la propuesta gratuita y local del MAZ en la carpa de la plaza Solabarria. Voltium fueron los primeros con su rock metalero. Banda novel que acaba de salir del estudio y este era su primer concierto, y eso se les notó. Los nervios y las ganas de agradar y hacerlo bien pesaron igual que sus temas.

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Los siguientes, Agian, llegaban gracias a ser los ganadores del concurso Rockein en la modalidad de mejor banda en euskera. La voz algo rasgada de Arkaitz se mantuvo constante ante el gélido y estático público con el que, con algo más de soltura que sus predecesores, tampoco terminaron de conectar su rock euskaldun.

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Para el final quedaban Haxotz, y esto ya fue otra cosa. Ganadores de la plaza por mejor banda local en Rockein, aquí las tablas de sus ya once años de carrera se notaron. Comandados por un incansable Jokin, no pararon de moverse, saltar y animar a los asistentes, incluso consiguieron atraerlos unos metros hacia el escenario. Los cinco integrantes se comportaron muy sólidos en la parte técnica y dinámicos en la actuación.

Las otras cosas del MAZ

Ya por la noche, y en el Social Antzokia, abriría la noche Mursego, lo más experimental del cartel de este año. Maite Arroitajauregi es la encargada de poner música, voz y sonidos a Mursego, una propuesta muy diferente. Incluye violonchelo, cacofonías varias y ritmos electrónicos, junto a letras en euskera y otros idiomas no descifrados todavía.

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En los 45 minutos que estuvo sobre escena, sonaron reivindicaciones a los refugiados, a las culturas africanas y hasta escuchamos partes de sevillanas con esos «ai mi arma». Versionó, libremente, a Lisabö y en un bis algo extraño sonó «Retaguardia», donde destacó el estilo activista de su voz. Terminó su actuación volviendo a reivindicar, esta vez, la situación de los jóvenes de Altsasu. Show rápido pero suficiente.

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Ya era hora

Y por fin, y como el que encuentra un oasis en el desierto, llegaron Toundra, para limpiar los canales auditivos y llevarnos al abismo musical, tan buscado y deseado por un público, esta vez algo más joven y muy fan de los madrileños.

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No se necesitaban voces, sólo un par de guitarras, un bajo afilado y una atronadora batería, para provocar la tortícolis del público y que las paredes del Social Antzokia quitasen el polvo. Arrancaron con «Cobra» y no faltaron los clásicos de Toundra como «Bizancio», «Touareg» o «Kitsune». El post-rock de Toundra era lo completamente diferente a los visto hasta ahora, pero lo primero que de verdad consiguió introducirnos en atmósfera festivalera (siendo un festival cerrado).

Esteban y Macon se repartían los solos de guitarra, aunque fue el primero quien más vaciló con las primeras filas, que a falta de micros usaron sus pulmones para comunicarse. También hubo tiempo para Kingston Falls» o «Mojave», antes de un bis algo «light».

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Se marcharon repartiendo baquetas (que parece se ha perdido entre otras muchas bandas) y púas entre los fieles que guardaban a casi 3 metros de los monitores y pedales de los Toundra. Ellos fueron los triunfadores del primer fin de semana de MAZ.

Lo que queda

Para este próximo fin de semana, el MAz continúa, y lo hace con Thw Owl Project, Triángulo de Amor Bizarro y Viva Suecia el viernes e Iseo & Dodosound y Hakima Flissi el sábado.

Texto: David Pereda y Dave Blanco

Fotos: Dave Blanco

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