Monster Magnet / Pendejo / Arenna – Santana 27
De nuevo Capital del rock
La gira de presentación del último disco de la banda americana de hard rock Monster Magnet ponía a la capital bizkaína en el mapa de su eurotour para gozo y orgullo de sus vecinos, compartiendo privilegio con Madrid como únicas seleccionadas para dicho cometido. El cartel de la noche lo completarían los vascos Arenna y los holandeses ¡Pendejo! Tras los tres, una after party en la sala anexa con los bilbaínos Negra Calavera por si alguno/a sobrevive a semejante huracán sonoro y se queda con ganas de más.
Arenna
A la hora prevista por la organización (los tiempos se cumplieron más allá de los cinco minutos de cortesía) salieron al escenario los vitorianos Arenna con su stoner psicodélico de toque sludge. Temas extensos los que se marcaron incluso teniendo poco más de cuarenta minutos para ello, pero para Arenna los temas de cuatro minutos son sólo interludios, y ¡ni eso! Arrancaron con “Butes” al igual que lo hacen en lo que hasta la fecha es su último trabajo “Given To Emptiness” (2015). Un tema marca de la casa, sobrepasa los diez minutos, y que contiene todos los ingredientes con los que Arenna cocina su identidad, intro, pasajes sonoros atmosféricos, vocales que rayan los topes agudos y stoner de gran gramaje. Txus recurre al megáfono en varios temas y niega con su cabeza al ritmo de sus compañeros aferrándose con ambas manos al micro en una escenificación de trance sonoro. Teníamos la duda de si se atreverían con la versión que hacen de “Dopes To Infinity” de los Monster Magnet que incluyeron en su demo debut, pero suponemos que la presencia de los de Nueva Jersey es más que imponente.
“Drums For Sitting Bull” también de su último disco o “Eclipse” del anterior “Beats Of Olarizu” fueron otras de las canciones que interpretaron para un público que aún era escaso pero suponemos que en parte conocedor de su discografía. Para concluir “Receiving The Liquid Writings”, otro tema marca de la casa pero menos psicodélico y más sludge gracias al bajista Javi con sus notas, y pronunciado por los acordes más graves en las seis cuerdas de Kike y R.Ruiz. Gran sabor de boca de los vitorianos que esperemos saquen pronto nuevo material para volverlos a ver girar por las salas y festivales de manera más continuada.
¡Pendejo!
Que una banda incorpore en su nombre ambos signos de exclamación es sintomático de contundencia, y ese es el adjetivo, contundentes, que nos vino recurrentemente a la cabeza durante su actuación. Sorprende ver a un frontman de una formación de rock empuñar una trompeta y tocarla en varias canciones, pero ¡Pendejo! son carismáticos hasta en eso. La formación de la banda recala en Amsterdan, pero cantan en un perfecto castellano mejicano. Sus letras son cotidianas, a veces con cierto doble sentido, pero dónde más inciden es en la crudeza de su sonido, más allá de los arreglos y la inclusión de los instrumentos de viento que llevan hasta en sus directos con la anteriormente citada trompeta y un trombón.
Se apagan las luces de la sala y suena por los altavoces una versión de la clásica “Cielito Lindo” de Pedro Infante (¿hay algo más mejicano que esto?) tras la cual aparecen ¡Pendejo! para romper tímpanos con “Flotadores”, hard rock con base stoner con el que arrollan allá por donde pasan. La potencia y el volumen se nos hacían elevados en comparación con Arenna, pero acordes a ¡Pendejo! “Flotadores” seguramente pillara a más de uno descolocado y sin los tapones preparados para tal chorro sonoro que soltaron sin miramientos. Los holandeses no sólo fueron los teloneros de Dave y los suyos en Bilbao, sino que lo son en toda la gira de conciertos propios que los americanos están dando por toda Europa.
La voz rasgada de El Pastuso encaja como un guante y la cuida a base de cerveza y de lo que fuera que llevara en la petaca a la que de vez en cuando recurría. “Uñero” seguía por los mismos derroteros de hard rock crudo, esta vez sin trompetas, al igual que “La Vagancia” en la que la banda intenta acercarse a algo parecido a una medio tiempo que se queda en más stoner y menos low. Pocos y escasos parones entre temas, pero en uno de ellos se puedo oir desde el público un “Dale wey” a lo que seguido respondió El Pastuso con un “Ahí te va cabrón” y soltaron “Juanita”. Temas de no más de cuatro minutos pero que te dejan exhaustos cual bocanada de aire caliente en una tarde en agosto. De vez en cuando agarraba su trompeta pero no para tocarla sino para cantarle al micro que ésta tenia acoplado y buscar así otro matíz sonoro a la salida de su voz. Misma duración que los vitorianos (unos 45 minutos) pero más extensos en cuanto a número de temas interpretados y mayor densidad para una propuesta que nos enganchó desde el primer minuto y que algunos tímpanos tardarían en olvidar, para bien.
Monster Magnet
La expectación y las ganas por ver en que estado de forma llegaría la banda de Dave Wyndorf era máxima pero no masiva, pues la sala no se llenó, aunque presentaba una muy buena entrada. No son muchas las ocasiones que se tienen para ver por estos lares a bandas de la envergadura de Monster Magnet en una sala (parece que algo está cambiando) y por ello esperábamos algo más de asistencia pero aún con eso, la noche fue memorable.
Telón de fondo con su imagen característica sobre fondo blanco, algo que nos chocó pero que tiene su explicación puesto que sobre dicho fondo la banda proyecta continuamente imágenes abstractas para enfatizar su puesta en escena, que se caracterizó en muchos momentos por la casi penumbra de sus rostros. A las 23:20 salieron Dave y compañía y sonó su clásica “Dopes To Infinity” para deleite del personal que ya veía como sus expectativas iban a ser cumplidas pues Dave se mostró muy participativo con el público, gesticulando y sonriendo a las primeras filas. También pudimos comprobar como su escudero Phil Caivano es todo un figura y artista del directo. Pose y actitud rockstar con sus gafas de aviador que no se quitó, avanzaba hasta el frete del escenario a retorcerse como sus seis cuerdas en sus muchos momentos de protagonismo sonoro, como en “Rocket Freak” del recientemente estrenado disco “Mindfucker”. Algo menos expuesto y más crudo era el otro guitarrista Garrett Sweeny, al otro lado del escenario, con un estilo algo más agresivo y que ayudaba a Dave en los coros. Cuando Phil o Garrett (o ambos) daban un paso al frente en la actuación, el bueno de Wyndorf se retiraba a su altar particular que tenía junto a Bob Pantella (bateria) y rasgaba las cuerdas de su guitarra de espaldas al público.
Como en su último disco, tras “Rocket Freak” interpretaron las dos siguientes que aparecen en el lp “Soul” y “Mindfucker” algo que hizo bajar algo la participación de los asistentes, pues lleva tiempo empatizar con las nuevas y tras el subidón del comienzo con una clásica, tres seguidas del nuevo disco parece no ayudar mucho, pero la actitud y lo que estábamos presenciando sobre el escenario de la Santana27 era de admiración absoluta. La mixtura entre temas clásicos y los nuevos parece despistar a alguno pero estas son las cosas de las giras presentación. No sería hasta “Look To Your Orb For The Warning” donde la banda bajaría un poco el velocímetro de su maquinaria para acto seguido romperlo con el tema que cierra “Mindfucker” y encaminar la segunda mitad del concierto con varios clásicos más. “Negasonic Teenage Warhead” fue una de ellas y tanto a Dave como a los allí congregados vimos disfrutar y corear los estribillos todos a una. Los paseos de Wyndorf a su altar eran constantes, y casi que en él tocaba más la guitarra que llevaba al cuello que frente al micro, ya que aquí, dos o tres rasgadas de cuerdas por tema parecían ser suficientes para el líder de la banda. Breve explicación para explicar su gusto por el combo de palabras “Mother Fucker” y por qué hay que decirlo más (sí, a nosotros también se nos vino a la cabeza la canción “Chanante”). Gran fin de fiesta momentáneo, con el público de nuevo coreando el estribillo y dejándose llevar por el orador Dave, con sus brazos extendidos y señalando hacia el techo sólo con sus dedos corazón.
Para el bis, que se hizo de rogar más allá de lo habitual, “Ejection” de nuevo sirvió para disfrutar de Caivano y Sweeny que estuvieron geniales toda la actuación. Jim Baglino al bajo contrastaba en presencia con sus compañeros, manteniéndose en casi todo momento en un segundo plano, al igual que Pantella, pero éste último por razones más que obvias. Para el fin de fiesta “End Of Time” y de nuevo Phil dejándonos con la boca abierta con su técnica y maestría, y tras la cual unos breves acordes de guitarra levantaron los brazos y gritos de la sala al reconocer rápidamente el tema “Powertrip” con el que ahora sí ponían punto y final a una actuación redonda donde la actitud y pegada de la banda y de su frontman, fueron para el recuerdo. Por ponerle algún pero a la actuación, quizás un par de temas más se le pueden exigir a una banda con una trayectoria tan extensa, con incontables hits, para al menos, llegar a la hora y media larga de duración y no quedarse en una hora y cuarto, incluyendo los minutos de descanso para el bis.
Texto y fotos: Dave Blanco.