Nudozurdo – Trinkete Antitxokoa | Gernikako Lekuek

De encuentros

Este fin de semana se ha celebrado el grueso de los eventos del Gernikako Lekuek, festival que se celebra en la localidad bizkaína, completamente auto-gestionado y que este año contaba con nombres como Glaukoma, El Niño de Elche, Anita Parker, MICE, Kokein o The Reverend Shawn Amos. Nosotros, en nuestra primera vez en este festival, elegimos a Nudozurdo, grupo que no se prodiga demasiado en salas bilbaínas (sus dos últimas visitas han sido en festivales).

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El primer logro fue encontrar la sala. Entre Google Maps y dos o tres paisanos llegamos a esa sala, sita en un callejón (eso nos avisaron), donde la entrada a una especie de portal, daba a una escalera, que con gran valor decidimos subir. Allí, en el tercer piso, una pareja muy amable hacían de anfitriones. Por cierto, en la puerta fue la primera vez que vimos algo referido al Gernikako Lekuek. Alguna mínima señalización no habría venido mal, sobre todo para los foráneos.

Tiempo sobrevalorado

Una vez en la sala, el Trinkete Antitxokoa, dudamos si se llenaría, ya que a 5 minutos de las 23:30 (hora oficial de inicio), contábamos 30 personas. Parecía que los minutos «de rigor» iban a ser bastantes, incluso vimos un directo en Instagram de los chicos de Nudozurdo jugando al parchís. ¡Para qué estresarse!

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Pasaban pocos minutos de la medianoche cuando Leopoldo dijo un «gracias por venir» y arrancaron con «Prometo Hacerte Daño» del disco «Tara Motor Hembra» (2011). Parecía el preludio del post-rock que nos esperaría. La siguiente, alejada de todo tipo de espejismos, fue «Bondage Belcanto», de su último trabajo «Voyeur Amateur»(2017).

El Trinkete Antitxokoa, con muy buena entrada, estaba lleno de público viejoven, donde vimos usar Tinder, tirar cervezas rotas por el suelo y darse mucho cariño entre personas. Sí, también era un concierto. Las conversaciones eran una constante y con los parones entre canciones, tomaban fuerza. «No Siento El Amor y Tu Amor Es Falso» fue lo que sonó entonces, de «Rojo Es Peligro» (2015). La complicidad entre miembros era evidente en este tema.

Un poco perdidos

A partir de aquí todos los grandes éxitos del grupo. Primero «Ha Sido Divertido» con grandes ritmos de batería y esa letra sin tiempo para tomar aire, que salió entre humo del escenario. Después, con un inicio instrumental en modo «extended» sonó «Mil Espejos» y, a pesar de estar donde queríamos estar, las charletas de viernes seguían. Encendieron la radio con «Voyeur Amateur» antes de «Úrsula, Hay Nieve En Casa», donde la gente pidió silencio para «la balada de Nudozurdo». A algunos les parecía importar poco. Rompió la contundencia de «Jaula De Oro», incluidos arreglos de guitarra, antes de volver a la calma con «Estás Tan Perdida» (volvimos a pedir silencio). Golpes de batería terminaron con esta terna.

Para «El Hijo De Dios», uno de los temas más conocidos de los madrileños, cogió el bajo Daniel Asúa, antiguo miembro del grupo. Los riffs de Leopoldo y los baquetazos de Ricky le dieron al corte un halo épico. Con Meta de nuevo en el bajo sonó «Dosis Modernas» para bajar las pulsaciones, antes del bis.

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Las dos últimas fueron «Dentro De Él» del EP «Nudozurdo» (2002) y «La Ruta De Los Balcanes» del último disco, donde Leopoldo cogió la guitarra de 12 cuerdas que durante la hora y veinte previa bien guardaba.

13 temas repasando toda su carrera que fallaban en la primera fila, pero que se oían muy correctamente alejándose hacia el abismo de los «socializadores». ¡Fue divertido!

Texto: David Pereda.

Fotos: Dave Blanco.

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