Skunk D.F. / Sealed Room – Burubio Kultur Elkartea | Amurrio
Nuevos templos para el rock
Con las primera y tímidas gotas de lluvia de la noche del sábado, cogimos el coche y el gps y nos dirigimos a Amurrio para bautizarnos, musicalmente, en la sala Burubio Kultur Elkartea. Lo de ir acompañados por el gps no era gratuito, ya que la sala se encuentra en mitad de un polígono industrial a las afueras y entraña cierto grado de dificultad para quien no está muy ducho en eso de la orientación nocturna. Al entrar, nos encontramos con una gran sala cuadrada de techos altos y paredes desprovistas de cualquier tipo de atrezzo, simples ladrillos vistos sin pintar. El escenario es de dimensiones generosas y está bien elevado, con lo que la visibilidad es total desde cualquier sitio.
Pero no fuimos a Burubio a hacer una inspección de la sala, sino a ver a los madrileños Skunk D.F. y a sus amigos Sealed Room, grupo de Gernika con una propuesta musical muy parecida.
Una voz a una barba pegada
Continuando con la noche de las primeras veces, también nos estrenamos con la banda de Iñigo, David, Mikel y Txema. La propuesta de rock en castellano con formación clásica nos enganchó desde la primera canción “Naufragaré”, tema con un comienzo lento para coger el pulso a la sala y al que siguió la reivindicativa canción de denuncia contra las agresiones machistas“No Hay Perdón”. Iñigo (cantante) se movía constantemente siendo casi la excepción dentro de la banda, pues ni David (bajo) ni Mikel (guitarra) hicieron grandes alardes de baile en todo el concierto más allá de acercarse el uno al otro en un par de momentos puntuales en alguna canción. Aún así, la sudada que acumulaban era considerable y su destreza técnica fue lo que más destacó de ambos. Txema (batería) quedaba relegado a un segundo plano en un lateral del escenario tras David, ya que la batería de Skunk Df ya se encontraba montada casi en el centro, al fondo de escenario.
Los continuos guiños musicales a bandas como Incubus o Sober se podían apreciar en varios de los temas, pero sobre todo en esa voz que exprime Iñigo y que tanto disfrutamos ayer, alargando mucho las palabras a la hora de cantar en tonos muy altos pero sin perder nunca las formas vocales. Entre canción y canción, Iñigo iba anunciando el tema que seguía al personal que por aquel entonces no era muy numeroso y en su mayoría aguardaba la actuación de los madrileños. Pero Sealed Room seguían a lo suyo y tras la metalera “De Pie” y “Rocas” fue el turno para la más bailable de la noche “Mi Oscuridad”, una canción con bases muy dance a lo largo de los estribillos.
Con “Etereo” la banda volvió al rock en el que tan bien se desenvuelven y tras un comienzo algo accidentado en “Volcán” (problemas con la afinación de la guitarra) llegó el final de la actuación con “Sonríe” en la que los sonidos más graves de la guitarra y el bajo se unen. Cincuenta minutos que se nos pasaron rápido, signo del grado de satisfacción y disfrute que tuvimos con el cuarteto de Gernika.
Simplemente Skunk D.F.
Skunk D.F. no necesitan presentación alguna, pues son ya 20 años los que llevan como formación en activo y de manera ininterrumpida (con algún cambio en la formación, eso sí). No hace mucho tuvieron una fecha en Bilbao y en la de ayer, según palabras de Germán, había caras repetidas y nosotros añadimos, muchos amigos de la banda, ya que si por algo se caracterizan es por su cercanía (ellos mismos estuvieron montando y probando antes del concierto).
Ya sí, con una entrada más generosa, Skunk D.F. subieron al escenario como nos tienen acostumbrados, Germán y sus camisas de manga corta, Eduardo y sus gorras y Pepe y sus…bueno, mejor dicho Pepe sin nada, a pecho descubierto.
Cualquiera que haya asistido a alguno o algunos de los conciertos de Skunk D.F. a lo largo de su carrera sabrá que tanto para lo bueno como para lo malo, la cosa no ha cambiado en estos años, a excepción del setlist, claro. Canción tras canción sin alardes pero con mucho sentimiento y pasión por lo que llevan haciendo tantos años y que conectan y conmueven a sus fans, que cantan prácticamente todas y cada una de las canciones que interpretan en sus conciertos. El sábado hicieron un recorrido por su extensa discografía, pasando por todos sus discos de estudio a excepción de «Perseidas» (2012).
Ya al poco de comenzar (sólo habían interpretado dos temas “En Noches Como Esta” y “Cirkus”), Germán llamó a filas a su amigo Iñigo, quien minutos antes estaba sobre ese mismo escenario con su banda Sealed Room, para interpretar juntos “Decreto Ley”.
Reverendo Germán
Germán estuvo casi siempre al borde del escenario, fuera del tiro de los focos, buscando el calor del público, que ahora sí, se adelantaba hasta los pies del escenario. Vimos varias camisetas de la banda entre el público e incluso un jovencísimo fan, Efrén, un niño de unos 3-4 años con su cresta, su camiseta de Metallica y su propia guitarra, al que Germán agradeció y mostró su admiración (más tarde les acompañaría en el escenario para la foto final de grupo).
En el transcurso del concierto hubo problemas técnicos de todo tipo que, desde secuencias que no sonaban, charles que había que ajustar o ruidos molestos en el in-ear de Germán que pedía a la mesa le quitaran. Fuera de esto, la banda seguía con su programa, “Musa” , “Supernova” y la primera inclusión en su reciente trabajo «Pigmalión» (2016), disco que sacaron con la ayuda de sus fans a través de una campaña de crowdfounding, con “Los Niños Siguen Perdidos” a la que más tarde se unirían “Impermeable” o “Samsara”, entre otras. Pero es sin duda, en sus temas más veteranos como “Carpe Diem” o “Lucha Interior”, donde tanto el público como la propia banda disfrutaron más, viéndose saltos y mucho headbanging.
Los continuos discursos de Germán entre canciones servían tanto de aliento a sus compañeros como para mostrar y mantener esa cercanía que antes mencionábamos, convirtiéndose en ocasiones en una conversación con quienes se encontraban en las primeras filas. Breves inclusiones en el euskera por parte de Germán que preguntó como se decía “Lucha Interior” antes del tema para después, no sin dificultad, repetirlo incluso durante la canción.
El único momento pausado de la actuación fue quizás el comienzo de “Mantís” en el que las guitarras de Rodrigo y David arrancaron solitarias y a las que más tarde se unieron el resto de componentes. También “Himen”, que arrancó pausada ayudando en ese comienzo semi-acústico en las letras a la banda. “El Cuarto Oscuro” fue de las pocas en la que la interpretación en directo notamos más matices de cambio con respecto a su versión de estudio.
Hora y media después llegó el merecido descanso para el bis al que abordaron con cuatro temas de todo tipo, la medio tempo “ El Crisol” la mixtura musical de “En 5 minutos” o la más metalera “Arde”. Un extenso bis que concluían con un clásico en su discografía como es “Anestesia” o como la presentaron A-NES-TE-SIA, con la que llegó la locura general en las primeras filas y no tan primeras.
Foto de familia con el pequeño-gran Efrén y promesa de vuelta en 5 minutos tras secarse las calvas, para tomar algo, charlar o lo que surja con el público ya a pié de campo. Mencionar la gran labor que hizo el nuevo integrante de la famila Skunk D.F. a la guitarra, Rodrigo, que siendo ayer su cuarto bolo con la banda, defendió su papel con nota y soltura sobre las tablas.
Texto y fotos: Dave Blanco.