Miss Caffeina: «Cuando empezamos no teníamos ni idea de nada»
El pasado jueves, aprovechando la visita de Miss Caffeina a la sala Sonora de Erandio (Bilbao), estuvimos hablando con Alberto Jiménez, vocalista y frontman de la banda. Conocimos sus inicios, de cómo vivieron su éxito musical y cual fue su última visita al botxo (algo accidentada, por cierto).
Lo primero, muchas gracias por sacar un rato antes de vuestro concierto en Bilbao
Gracias a vosotros
Nos remitimos a los inicios, ¿cómo se junta Miss Caffeina?
Fue muy 2.0, porque nos conocimos por un foro de músicos por internet. Yo puse un anuncio buscando banda y justo ellos pusieron otro buscando cantante, y así nos conocimos. Hicimos una prueba en un local de ensayo, congeniamos bastante bien y han pasado ya 12 años, así que salió bien la cosa.
¿El nombre de Miss Caffeina de dónde surge?
Ya estaba puesto cuando yo llegué, porque Álvaro y Sergio, que son los que montaron la banda, se habían conocido por un foro de Buenas Noches, Rose, que era un grupo de Madrid y del que eran fan, y cuando decidieron montar una banda, y a modo de homenaje, pusieron Miss Caffeina, que es el título de una canción de este grupo.
Viendo cómo fue la formación, ¿cómo os gusta definiros, bien sea interna o externamente, grupo, banda, amigos?
Somos un grupo de música que aparte somos amigos, pero nosotros no nos conocimos en el bar y nos pusimos a tocar. Todos veníamos de proyectos anteriores, teniendo muy en cuenta que queríamos dedicarnos a esto profesionalmente. Entonces, cuando nos juntamos, era ya un objetivo y nos fuimos haciendo amigos poco a poco, que es inevitable. Porque la convivencia es tan heavy cuando te dedicas a esto, que o eres amigo o esto no dura más de dos discos.
¿Cuándo os dais cuenta de que Miss Caffeina está arrancando y apunta en serio?
Hay como dos fases, porque viendo cómo funciona todo en la industria, hay mucho de postureo y vender humo. Me refiero a que hay un momento en el que tu repercusión es mucho más grande de la que se traduce en poder vivir de la música económicamente. Con lo cual nosotros, con el segundo disco, la repercusión era de un grupo grande, pero no vivíamos de la música. Teníamos que compatibilizar los trabajos y no sabías si eras músico.
Y fue con “Detroit” con el que ya pasamos a vivir de la música y dedicarnos 100% a la música, con lo cual no fue hace mucho tiempo, hace unos tres años que nos sentimos completamente músicos.
¿Cambiasteis vuestra forma de ver la música a raíz de ese momento?
¡Claro! Cuando empezamos no teníamos ni idea de nada. No sabíamos cómo funcionaba todo, cómo se dividía, por ejemplo, una editorial, un sello discográfico y una agencia de booking. No teníamos ni idea de cómo funcionaba nada.
Ahora lo pienso y es muy bueno, porque no teníamos ninguna pretensión, no éramos demasiado ambiciosos más allá de lo musical, y todo lo que fue viniendo lo fuimos aprendiendo sobre la marcha. Ahora, que ya llevamos tiempo en la música, sabemos cómo funciona, a qué hacerle caso. Técnicamente ahora es todo mejor, pero la ilusión es la misma.
Han pasado tres años entre “Detroit” y este último trabajo, ¿qué habéis hecho en estos tres años? ¿A qué se ha debido este periodo que entre algunos públicos puede considerarse demasiado largo?
Hay que tener en cuenta que nuestras giras duran aproximadamente dos años. Entonces, una vez sale el disco, te tiras dos años girando y el otro que queda estás entre descanso y preparando el siguiente. No hay mucho tiempo de desconectar o de no hacer nada. Con este disco empezamos a maquetar a los tres meses de acabar la gira.
Además, da la casualidad, sin darnos cuenta, que entre cada disco ha habido tres años. Es como el ciclo natural de cómo trabajamos. Lo que no podríamos hacer es acabar una gira y seguido sacar otro disco, porque no sería ni bueno para el primero ni para el segundo disco.
¿Qué cambios hay entre “Detroit” y “Oh Long Johnson”?
Está más radicalizado todo lo electrónico. El 95% de las baterías son programadas, los sintes son mucho más protagonistas, las guitarras hay bastante pocas y, a lo mejor, las temáticas de las canciones son un poco diferentes. Pero sin el anterior, no hubiésemos podido hacer este disco.
Uno de esos temas es “Merlí”. ¿Para quién es esta canción, dónde surge y hacia dónde?
Habla de la serie de TV3 “Merlí” que a todos nos encantó en diferentes momentos y estuvimos muy enganchados a la serie y a Sergio le pareció muy inspiradora para poder hacer un tema. La serie habla de un profesor de filosofía y lo que hacen los guiones es aplicar la filosofía a situaciones de instituto o de la trama de la serie.
La canción, aparte de ser un homenaje a la serie, también coge directamente frases del guion y la gente que ha visto la serie lo va a identificar claro.
Arrancáis gira esta noche en Bilbao, de la mano de Mahou, ¿tanto vende la música para que marcas de este tipo patrocinen giras de este tipo? ¿Ayudan a montar giras como estas?
Sí, por ejemplo en el caso de la gira Mahou, hay ciudades o salas a las que igual o no hubiésemos ido o no nos hubiésemos arriesgado a ir sin el apoyo de Mahou. Obviamente es un apoyo grande.
Para la marca en sí no creo que se traduzca en que sea rentable, pero creo que asociar la música a una marca está muy bien, porque aparte de rejuvenecer la marca, se la ve de otra manera.
Para ir terminando, ¿cómo definirías al público de Bilbao?
Pues hace muchísimo tiempo que no venimos porque la última vez que íbamos a tocar, ni siquiera era la gira del disco anterior, se tuvo que cancelar el concierto porque yo me quedé afónico. Y justo en el momento en el que iba a empezar (incluso la gente estaba dentro de la sala). Así que tenemos muchas ganas de salir para ver si la gente ha esperado todo este tiempo.
La verdad que es una putada porque siempre teníamos la espina de no haber vuelto a Bilbao, así que empezar la gira aquí está muy bien.
Y las otras veces que hemos ido muy bien, todo como muy punky, la verdad, en salas pequeñas muy de sudor. Y luego, en el BBK Live hemos tocado dos veces, y recordamos, sobre todo la primera, porque era la primera vez que tocábamos en un festival tan grande y después de nosotros tocaba Coldplay, que en aquel momento era uno de mis grupos favoritos. Con lo cual, era todo como muy idílico.
También hemos rodado un videoclip por la zona, así que estamos muy vinculados a la zona.
Muchas gracias, y a disfrutar del concierto.
Así lo haremos, gracias.
Fotos: Dave Blanco